
La manera en la que reaccionas ante el estrés tiene efectos que repercuten directamente en nuestra salud, cuando reaccionamos de manera incorrecta el resultado es el aumento de la inflamación celular, debido al aumento de una hormona llamada cortisol, por esta razón, es sumamente necesario acompañar todo tipo de proceso cambio de hábitos alimentario, con un proceso terapéutico de escucha, donde podamos aprender a mejorar nuestras reacciones a los diferentes factores estresores de nuestra vida cotidiana.
Definiré brevemente al estrés, como un estado de tensión, producto de la relación entre el ser humano y el medioambiente que lo rodea, pudiendo ser agudo o crónico, en la segunda opción es donde se debe intervenir rápidamente, ya que es el que influye directamente en el aumento de la inflamación celular. Pero en el primer tipo, el estrés agudo, es donde debemos trabajar para prevenir, evitando padecer alguna problemática de salud, fomentando un estilo de vida equilibrado y saludable.
El estrés de carácter agudo / adaptativo nos permite desde hace millones de años reaccionar ante cualquier amenaza, a través de la movilización hormonal adrenérgica. Forma parte de la vida cotidiana de cada uno de nosotros. Se puede manifestar con aceleración de la respiración, sudoración fría, transpiración en las manos, etc. Todas estas reacciones están presentes por un corto periodo de tiempo y luego naturalmente desaparecen.
Existe otro tipo de estrés, crónico / desadaptativo, que surge cuando no podemos desactivar la reacción de estrés agudo, o ante la persistencia de la noxa que lo genera. Es muy común en las sociedades occidentales, donde las presiones laborales, los vínculos poco saludables, etc, forman parte de nuestra vida cotidiana. El mecanismo hormonal aquí, es mediado por el aumento de la producción de cortisol.
El peor aspecto del estrés crónico es la adaptación al mismo, nos olvidamos que está allí, se nos hace familiar y a veces hasta nos resulta cómodo, ya que comenzamos a percibir los beneficios secundarios del mismo. Aunque a largo plazo puede ser causal del aumento de la inflación celular, causa subyacente de diferentes enfermedades crónicas.
Según el Dr. Sears, “Considere su conexión mente-cuerpo como una fuerza poderosa que puede aprovechar para una mejor salud, sin embargo, la preocupación crónica puede deprimir su sistema inmunológico”.
Recomendaciones para el manejo del estrés
- Actividad física regular: salga a caminar o anótese en una clase de ejercicio al aire libre o de baile en línea. El ejercicio ayuda a que su cuerpo libere endorfinas, que mejoran el estado de ánimo,
- Contacto social: juntate con personas que te hagan pasar momentos de risa y placer, amigos, familia, etc.
- Reducción de la exposición a noticias: disminuya la cantidad de tiempo que pasa frente al televisor viendo noticias que generalmente no son muy alegres, informate con el noticiero que elijas y luego hace actividades que te gusten, leer, mirar series, etc.
- Ejercicios de mindfulness: realiza los ejercicios diariamente, podes hacer ejercicios de 10 a 20 minutos por dia. Seguí los siguientes pasos:
- Cierra suavemente los ojos
- Respira lenta y profundamente y asume una actitud pasiva. Inhala suavemente por la nariz, y exhala lentamente por la nariz también.
- Elige un lugar donde no te molesten, sentate o acostate en una posición cómoda.
- Usa ropa cómoda.
- Si tu mente divaga (lo va hacer), tráela suavemente de vuelta y no te juzgues. Practica atrapar y soltar con tus pensamientos.
Al comenzar y terminar el día, realiza 10 respiraciones profundas, inhalando y exhalando suavemente por la nariz.
La técnica de mindfulness fue científicamente validada para el manejo del estrés y la ansiedad con excelentes resultados.
No vamos a eliminar el estrés de nuestras vidas. Pero si podemos reducir significativamente las consecuencias inflamatorias y genéticas que nos produce. ¿Como?, tomando niveles adecuados de EPA y DHA de por vida, acompañado de un proceso terapéutico, para un manejo saludable del mismo.
No es el estrés lo que nos mata, sino como reaccionamos ante él.
Hans Selye
Lic. Rita Francone
Trabajadora Social
Consultora Psicológica